Lo que hemos aprendido viajando

Conocimos a Alan Estrada o @Alanxelmundo a través de sus redes sociales. ¿Cuántos de quienes lo conocemos no hemos viajado con él en YouTube? O mejor aún: ¿quién no ha pensado que él tiene la vida que mucha gente quisiera?… nosotras inclusive.

Cuando supimos que el Ministerio de Turismo tendría un encuentro para la prensa y los blogueros con él y que fuimos invitadas, nos emocionó la idea, pues conocer de cerca a gente que nos inspira también nos motiva.

“Los viajes son un vehículo para cumplir tus sueños”, dijo Alan y nos recordó los sitios a los que hemos ido porque lo hemos soñado y hemos trabajado intencionalmente para lograrlo. A veces, viajando logras beneficios colaterales, como los aprendizajes con los que no contabas o que ni soñabas. Y es que viajar te permite lograr cosas y te enseña muchas otras.

Alan enumeraba que viajando aprendió a:

  • Salir de la zona de confort
  • Vivir el aquí y el ahora.
  • Contar historias, no países.
  • Que el nacionalismo se cura viajando.
  • La vida es una percepción.
  • A donde vayas siempre pregunta.
  • La diversidad es lo que hace bello al mundo.
  • Viajar también es una responsabilidad.
  • Vemos lo que somos.
  • Y que “hasta sentado se muere uno”.

Oyéndolo, pensamos por qué no escribir sobre aquello que nos han enseñado los viajes y la verdad es que en algunas coincidimos, así que hicimos un “mix” de lo que ambas hemos aprendido, muchas veces viajando juntas y otras por separado. Comencemos…

Si quieres conocer bien a una persona, ¡viaja con ella! Sí, así mismo. A lo largo de tantos años de viajes, nacionales e internacionales, nos hemos dado cuenta que si quieres conocer bien a una pareja, amigo o amiga y hasta a un familiar, los viajes son un escenario excelente. En el disfrute o en las dificultades lejos de casa, hay gente que saca lo mejor o lo no tan bueno de sí. ¡Ay, sí lo sabemos!

A no menospreciar ningún país. A veces pensamos que sólo las grandes ciudades del mundo son dignas de visitar y hemos conocido gente que dice que no va a un país más pobre que el suyo. Cuán equivocados creemos que están. Cualquier país cuenta con tesoros culturales y/o naturales que nos aportan y de los cuales adquirimos experiencias.

Viajar ligeros de equipaje. Debemos ir ligeros en todo el sentido de la palabra y eso incluye ir ligeros de prejuicios. A veces nos hacemos una idea de un lugar por una persona que conocimos, una película, un libro o la experiencia de otros, y luego nos sorprende mucho el lugar donde vamos.

Para viajar hay que ser un poco egoísta. Sí, así como lo lees. Viajar para conocer, para incrementar tu cultura, por vacaciones o porque sencillamente te gusta, es todo un reto cuando hay muchas cosas que sopesar y tomar en cuenta previo a cualquier plan. Muchas veces debes decidir si hacer ese viaje con el que siempre has soñado o quedarte y seguir la rutina de siempre y haciendo realidad el sueño de otro u otra ¡Tú decides!

A ser flexible ante otras costumbres y tradiciones. Si bien no vas a renunciar a tus creencias por cada país al que vayas, sí debes aprender a respetar las suyas. No vayamos por el mundo diciendo en mi país esto es así, en mi país esto no se hace de esa manera… Hay que saber adaptarse, disfrutar del lugar y aprender a valorar lo diferente, también en eso hay belleza.

Valorar más lo que tiene nuestro país y ser más crítica de lo que no. Conocer otras culturas, incluso otros sistemas políticos, nos ha permitido destacar la hermosura de nuestra tierra y lo bueno que pasa en ella, así como ver que lo mejorable es posible de cambiar. Saber que otros lo han logrado me dice que nosotros también podemos.

Que muchas veces no es el lugar lo interesante, sino con quien vivas la experiencia. Puedes ir al mismo lugar con diferentes personas y la aventura puede ser mejor o no, según con quienes viajas. Y es que muchas veces la buena experiencia no la da el lugar, sino los momentos compartidos con otras personas.

Nuestro Párate ahí cultural al Centro Perelló, Las Dunas y Puntarena en el Sur del país

A ser más perceptiva. Cuando viajamos, estamos pendientes de todos los detalles, desde cómo se comporta la gente hasta las estructuras arquitectónicas. Aplicar esto de manera cotidiana, nos permite captar mejor la belleza de lo que nos rodea, esa belleza que se esconde en los detalles.

A darle mayor importancia al tiempo de vacaciones. Cada vez que tomamos vacaciones y viajamos, descubrimos maravillas de la naturaleza y otras tantas construidas por los seres humanos. Es un tiempo de relajación y descubrimiento que nos devuelve al trabajo renovadas. No hay cosa que reponga más nuestras energías y renueve nuestra visión que viajar.

A ser mejores administradoras. La pasión por los viajes nos ha permitido ser mejores administradoras, pues por un lado siempre queremos ahorrar para viajar y por el otro, mientras estamos de viaje, hemos aprendido a priorizar lo que queremos versus lo que necesitamos, o lo que solo podremos disfrutar en ese destino y queremos aprovechar frente a cosas que puedo conseguir en otro lado.

y tú, ¿que has aprendido con los viajes?

@parateahitours

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